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Las ranas y los malos hábitos

Matinal para Menores 2024

Piensen en todo lo verdadero, en todo lo que es digno de respeto, en todo lo recto, en todo lo puro, en todo lo agradable, en todo lo que tiene buena fama.

Filipenses 4: 8

Como tú ya sabes, las ranas son diferentes a los niños. Lo sabías, ¿verdad? Pero puede que no sepas muchas de las cosas que las ranas hacen de forma diferente a los seres humanos. Aquí tienes algunas diferencias: saltan en vez de andar, pasan horas y horas de su vida en el agua, y además comen insectos.

Puede ser divertido saltar en vez de andar. Y, seguramente, disfrutas pasando horas nadando y jugando en el agua. Pero no creo que te apetezca mucho comer insectos.

¿Alguna vez has estado enfermo con dolor de estómago? No es divertido, ¿verdad? A nadie le gusta estar enfermo. Eso es algo que algunas ranas tienen en común con los seres humanos, tampoco les gusta estar enfermas. Por eso, cuando algunas especies de ranas han comido algo venenoso, vomitan su estómago, lo limpian con las patas y se lo vuelven a tragar para poder seguir su camino. ¡Qué desagradable!, ¿no crees? Pero estas ranas saben que es mejor expulsar lo malo lo antes posible para no enfermar y morir.

A veces, adquirimos malos hábitos en nuestras vidas, pero pensamos que nos libraremos «con el tiempo» de ellos. Ya sea comer mucha comida basura, ver horas y horas la televisión o contestarle a tus padres. Es fácil pensar que dejarás de hacerlo cuando seas mayor, pero los malos hábitos son más difíciles de abandonar cuanto más tiempo llevan en tu vida.

Sé como esta rana. Con la ayuda de Jesús, haz lo que sea necesario para eliminar las cosas que te perjudican en la vida. Estoy segura de que te alegrarás de haberlo hecho.

Vicki.

- Vicki Redden se graduó en 1996 de la Universidad Adventista del Sur. Ella y su esposo, Ron, ambos niños en el fondo, tienen 11 sobrinos y sobrinas (¡al último recuento!) y dos perros: Molly y Alix. Ella está atenta a los héroes de Dios desde su hogar en Maryland.

- Dee Litten Reed creció en una granja en Virginia, rodeada de los animales de granja habituales, así como de algunas criaturas salvajes que rescató. Le encanta visitar zoológicos y acuarios con su nieto, Tommy, y observar ballenas navegar por la costa de Ventura, California.

- Joelle Reed Yamada se tomó un año libre de dar clases de religión en la escuela secundaria para viajar sola por el mundo. Ella y su marido, Brent, viven en una granja lechera en Inglaterra, donde ella enseña psicología y está aprendiendo todo sobre cómo ser una granjera inglesa. Se esfuerza mucho por mantener a su perra, Nala, fuera de problemas.