¡Nunca permitirá que resbales! ¡Nunca se dormirá el que te cuida! No, él nunca duerme; nunca duerme el que cuida de Israel.
Salmo 121: 3-4
¿CUÁNTAS HORAS DORMISTE ANOCHE? Las personas adultas duermen una media de 7 horas cada noche. UNA INVESTIGACIÓN ha analizado cuánto tiempo duermen los elefantes. Los resultados mostraron que estos grandes mamíferos descansan durante breves períodos de tiempo que suman un total de tan solo 2 horas al día.
Ahora imagina a alguien que nunca duerme y que siempre está alerta. Ese alguien es Dios. Pero ¿has sentido alguna vez como si Dios se hubiera dormido? Después de cinco años de estudio y preparación, recibí con alegría la noticia de que había aprobado la primera fase de pruebas de un concurso-oposición. Pero, cuán grande fue mi tristeza cuando vi que debía presentarme un sábado a la segunda fase de pruebas. En ese momento vi cómo mis esperanzas se desvanecían.
La decepción y la duda fueron mis primeros sentimientos, pero decidí que no dejaría que las dudas dominaran mis pensamientos. Oré a Dios diciéndole que sabía que él no estaba dormido y que se ocuparía de todo. Empaqué las maletas para volver a casa y llamé a mi hermana mayor. Iluminada por Dios, ella me propuso una solución. Al ponerme en contacto con el Comité del concurso, conseguí cambiar la presentación para el viernes por la mañana. Tendría menos tiempo que los demás candidatos para prepararme, pero estaba segura de que Dios iba al frente. Y, para honra y gloria suyas, ¡pasé en primer lugar!
En esa ocasión fue así, pero también puedo dar testimonio de otras tantas veces en las que las respuestas no fueron positivas o inmediatas. Sin embargo, experiencias como esta me han enseñado que NO ESTOY LUCHANDO SOLA. Dios no duerme y nunca se dormirá; Dios no pierde el control de las circunstancias, ni por un segundo.
