Así que no tengan miedo: ustedes valen más que muchos pajarillos.
Mateo 10: 31
Hay aves grandes y pajaritos chiquitos, como dice el versículo de hoy, pero recuerda que Dios cuida de esos pajarillos tanto como de ti. A ver si aciertas de qué pajarito chiquito hablaremos hoy. Lee las siguientes pistas…
Vivo tanto en Norteamérica como en Sudamérica.
Hace cien años me capturaban y me disecaban para decorar los sombreros de mujeres ricas, era muy triste. Pero hoy mi vida está amenazada porque se están destruyendo los mejores lugares para que yo viva. Por eso, unas 40 de mis especies están en peligro de extinción.
Mi alimento principal es el néctar, ese líquido dulce y pegajoso que producen las flores.
Aunque no lo creas, también como insectos.
Me llamo así por el sonido que hacen mis alas al batir. Mis alas pueden batir hasta 80 veces por segundo.
Soy el pájaro más pequeño del mundo.
Respuesta: Soy un colibrí, ¡estás en lo cierto! ¿Me has visto alguna vez? Puede que sí, si tienes muchas flores en tu jardín o un comedero para colibríes. Soy muy, muy pequeño, pero también muy, muy rápido. Jesús me hizo pequeño, pero me hizo especial. Puedo volar en cualquier dirección y puedo revolotear, es decir, permanecer en el aire. Como las abejas, ayudo a polinizar las flores con mi pequeño pico.
Que seas pequeño no significa que no puedas hacer algo bueno, o incluso algo que otros no puedan hacer. Jesús también te hizo especial a ti. ¿Qué cosas especiales puedes hacer para Jesús?
Vicki.