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Bajo la sombra del Dios Todopoderoso

El Señor es tu guardián.

Salmo 121:5

Si tú, al igual que yo, naciste en un país donde el sol brilla con intensidad cada día del año, entenderás perfectamente bien lo que implica el retrato de Dios como tu sombra. Sabrás por experiencia que pocas cosas son más agradables y refrescantes que una buena sombra en un duro día al sol. Donde se encuentre la sombra, ahí es donde querrás estar, bien sea en una casa, bajo un árbol, en un edificio, bajo un toldo, un auto más alto que el tuyo, o incluso otra persona.

La sombra es símbolo de resguardo de las inclemencias del sol y el calor, símbolo de solaz y descanso, y así es precisamente como se retrata Dios para nosotros en el Salmo 121:5. Dios es Aquel que nos da el descanso espiritual, el solaz ante los duros trabajos que pasamos y el resguardo frente a las batallas que libramos. Jesús dijo: “Lleven mi yugo sobre ustedes, y aprendan de mí […] y hallarán descanso para su alma” (Mat. 11:29). Él nos trae alivio de los avatares de la vida, y también nos protege de los embates del pecado, la maldad y las tentaciones del enemigo.

Al mirar bien todos estos beneficios, me resulta impensable que alguien se aventure a vivir en este mundo sin la protección de la sombra divina. Tal vez el salmista tenía esto en mente cuando escribió: “El que habita al abrigo del Altísimo morará bajo la sombra del Todopoderoso” (Sal. 91:1).

Sería bueno que, al contemplar este retrato, no perdamos de vista que Jehová es nuestra sombra a la mano derecha, porque esto es un símbolo de que el descanso, la protección y el alivio que nos asegura su constante “sombra” no hace excepción de lugares ni de circunstancias.

Es más, la sombra a nuestra mano derecha es nuestra propia sombra, por lo que Dios en realidad nos está diciendo que él está tan cerca de nosotros como nuestra propia sombra. Es decir, nos está invitando a hacernos uno con él. ¿No te da ánimo esto para vivir el día de hoy con esperanza, optimismo y alegría?

Por agradable que sea la sombra bajo la que te cobijes, si te alejas de aquello que la produce, la sombra se alejará de ti. Sin embargo, en el caso de Dios, siempre está a nuestro lado y disponible para cubrirnos con su protección. Por eso, si el día de hoy se te presenta difícil por el calor de diversas pruebas, ¡refúgiate en la sombra del Altísimo!

Roberto Herrera tiene un doctorado en Ministerio Pastoral por la Universidad Andrews y una maestría en Administración y Liderazgo por la Universidad de Montemorelos. Cuenta con más de treinta años de experiencia como pastor de la Iglesia Adventista, en la cual ha servido en todos los niveles: pastor de iglesia, departamental y administrador.