Honor y gloria para siempre al Rey eterno.
1 Timoteo 1: 17
¿Estás preparado para adivinar de qué árbol se trata? Presta atención a las siguientes pistas y quizá lo adivines antes de que termines de leerlas todas. ¡Ánimo!
Soy el árbol más alto del mundo, a veces, alcanzo casi los 113 metros y nunca se me encuentra a más de 56 kilómetros del océano.
Mi nombre de género viene de Sequoiah, el hombre que inventó el alfabeto cherokee.
Mi nombre de especie significa «siempre vivo».
Mi nombre común, por el que me conoce la mayoría de la gente, proviene del color de la madera del centro de mi tronco.
Se me encuentra a lo largo de la costa oeste de Estados Unidos, desde California hasta Oregón.
Respuesta: Soy una secuoya. Es difícil imaginar lo grande que soy si no me has visto, pero soy enorme. Usa tu imaginación y piensa en el árbol más grande que puedas imaginar, ese soy yo. Puede que aun así no te imagines lo grande que puedo llegar a ser.
Lo mismo ocurre con Jesús. Es difícil para nosotros imaginar lo grande y bueno que es, pero la Biblia nos dice que es más grande y mejor de lo que podemos imaginar. Tal vez hayas visto secuoyas en la televisión o en un libro, pero nunca has estado delante de una ni has comprobado lo grandes que son en persona.
De igual manera, un día podremos ir al cielo y estar con Jesús. Entonces podremos ver en persona lo «grande» y bueno que él es. ¿No te parece estupendo?
Vicki.