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Dios te libra de tus enemigos

Me libró de mi poderoso enemigo, y de los que me aborrecían, aunque eran más fuertes que yo.

Salmo 18:17

Si miras la Biblia como si fuera un gran álbum de retratos de cómo es Dios, encontrarás que a él le gusta retratarse como el Dios que libra a sus hijos de fuerzas o personas que quieren destruirlos. Por muchos lugares de las Escrituras saltan estas imágenes del Dios que nos libra, pero por razones de espacio pondremos apenas tres ejemplos.

1) Por perseguir a Israel para llevarlo de nuevo a la esclavitud, el faraón de Egipto tuvo que sentir el brazo extendido y la mano fuerte de Dios en su contra, actuando para librar a su pueblo.

2) Por burlarse sarcásticamente del pueblo de Dios, Goliat, el gigante que representaba al enemigo ejército filisteo, fue derrotado por un pequeño pastor usado por Dios para liberar a su pueblo no solo de la amenaza de un bravucón, sino de una guerra, con todo lo que eso implica.

3) Por haber sido acusados maliciosamente, tres jóvenes hebreos íntegros y fieles al Señor, se vio en Babilonia la mano de Dios a favor de estos jóvenes, que fueron librados por el mismo Jesús de morir quemados en un horno a una intensidad siete veces mayor de lo habitual.

Si algún día en el Cielo nos encontramos con Daniel, Sansón, Pablo y muchos otros, y les preguntamos acerca de este retrato divino, todos ellos darán testimonio de cómo Dios sabe y puede librarnos de la mano de enemigos que son más fuertes que nosotros. Bien se trate de librar a su pueblo en general o a uno solo de sus hijos más pequeños, Dios actúa.

Y nos lo hace saber no porque esté interesado en hacerse promoción, sino porque sus propósitos están orientados a ayudarnos a tener una correcta relación con él. El Señor sabe que, sin excepción, todos tenemos enemigos más fuertes que nosotros y que intentan destruirnos, y necesitamos saber que todavía Dios libra a sus hijos.

Por eso, si estás hoy enfrentando algún gran enemigo (pecado, tentación, persecución, oposición), recuerda que Dios es quien nos libra de nuestros poderosos enemigos. Confía en él.

El Dios a quien servirnos puede librarnos de enemigos tan poderosos como las potestades malignas satánicas. Dios quiere que sepamos que ninguno de ellos podrá derrotarnos si estamos con el Señor.

¿Por qué no le dices ahora mismo a Dios en oración que quieres entregarle completamente el control de tu vida para que él te cuide, te defienda y te libre de todos tus enemigos?

Roberto Herrera tiene un doctorado en Ministerio Pastoral por la Universidad Andrews y una maestría en Administración y Liderazgo por la Universidad de Montemorelos. Cuenta con más de treinta años de experiencia como pastor de la Iglesia Adventista, en la cual ha servido en todos los niveles: pastor de iglesia, departamental y administrador.