Después del terremoto, un fuego; pero el Señor no estaba en el fuego. Y después del fuego, el susurro de una brisa apacible.
1 Reyes 19: 12, NVI.
¿HAS SENTIDO ALGUNA VEZ EL FRESCOR de una suave brisa en un día muy caluroso? El experimento de hoy te mostrará los efectos de la brisa. ¿Te gustaría probarlo?
Haz un cono de papel alrededor de la punta de un sorbete/ popote/absorbente articulado. Dobla el sorbete de modo la parte más larga quede perpendicular a la más corta, la cual a su vez aún permanece con la punta dentro del cono. Utiliza plastilina para fijar el cono alrededor del sorbete, sellando el espacio alrededor de este. A continuación, haz una bolita de papel colócala dentro del cono, sobre el sorbete, y sopla en el extremo opuesto. La corriente de aire fluye como una brisa, haciendo flotar la bolita en el aire.
En 1 Reyes 19, leemos que Dios envió una brisa Apacible para mostrarle al profeta Elías que estaba cerca de él, cuidándolo. Dios continúa mostrando su amor aún en nuestros días. Él utiliza diversas estrategias para motivarnos y hacernos cada vez mejores. ¿Has notado la revelación del amor de Dios en tu vida?
Muchas personas a nuestro alrededor están cansadas, desanimadas y con diversas dificultades. Puede que se trate de un amigo del colegio, de alguien de tu familia o incluso de un profesor que esté pasando por una situación difícil. De la misma manera en que Dios nos da nuevos ánimos, espera usamos para confortar a los demás también.
Mantente atento a los «soplos» del amor de Dios. Son pequeños detalles que muestran cuánto se preocupa él por tu felicidad. Ponte a disposición para transmitir este amor a otras personas. Podrás ser usado para llevar paz y esperanza a mucha gente.