No puedo dejar que una lista de tareas resuma lo que soy.
Melissa Howell.
Una mujer llega a casa del trabajo, tarde y cansada, una vez más. Su hijo, de cinco años, la está esperando en la puerta.
—Mamá, ¿cuánto ganas por hora?
—¿Por qué me lo preguntas? —dice ella, sorprendida.
—Solo quiero saberlo.
—Gano veinte pesos la hora.
Días después, mientras el pequeño se está metiendo a la cama, la mamá va a darle el beso de buenas noches, y él saca de debajo de la almohada 20 pesos de sus ahorros.
—Mamá, ¡¿puedo comprar una hora de tu tiempo?!199
Sin duda, una madre de hoy: con tanto que hacer que no le queda tiempo para estar, simplemente estar, con presencia plena junto a su familia. Por lo urgente, hacemos a un lado lo importante. Lo urgente es terminar las tareas que recaen sobre nuestros hombros; lo importante es cuidar la naturaleza relacional con la que fuimos creadas.
Si Dios consideró importante apartar un día de cada semana para estar presente en pura comunión con sus hijos, ¿no será importante que tú, madre, hagas tiempo y espacio para estar presente, en pura comunión con tus hijos, al menos una hora cada día y un día cada semana?
Es importante porque, como afirma Andrea Vega, psicóloga de familia y experta en terapia infanto-juvenil, “el mero hecho de no pasar el suficiente tiempo con nuestros hijos calará en el niño en forma de creencias basadas en la ausencia de importancia que ellos tienen para otras personas, o en la falta de un adecuado aprendizaje emocional y vincular”.200 En otras palabras: tu ausencia deja huella.
Así como pasar tiempo a solas con Dios cada día y cada sábado te renueva física y espiritualmente, y te educa emocional y relacionalmente, así tus hijos se sienten renovados, amados, seguros de sí mismos y valiosos como personas cuando pasan tiempo con mamá (y con papá, que tal vez te está escuchando leer esto en alto).
En el sábado, Dios nos hizo el regalo de pasar tiempo juntos. Hoy, y cada día, transmite ese regalo a tus hijos. Porque no puedes dejar que una lista de tareas resuma lo que eres.
“No son los hijos los que deben juntar tesoros para los padres; son los padres los que deben juntar tesoros para los hijos” (2 Corintios 12:14, RVC).
199 Adaptación libre de El difícil arte de ser padres, Nancy Van Pelt (Doral, Florida: IADPA, 2019), pp. 101, 102. 200 “¿Por qué debemos pasar más tiempo con nuestros hijos?”, El País, 30 de julio de 2019.