Mías son las aves de las montañas y todo lo que bulle en el campo.
Salmo 50: 11
¿Puedes nombrar más de diez mamíferos? Seguramente, has nombrado los más conocidos. Sin embargo, hoy te voy a hablar de algunos mamíferos que quizás no conozcas tanto…
Cada centímetro de la parte superior de un armadillo está cubierto de placas blindadas, ¡incluso en las orejas!
La pica, un pequeño roedor que parece una combinación de cobaya y conejo, no hiberna. Para tener comida suficiente para el invierno, a finales del verano recoge hierba de las rocas que rodean su casa. Seca la hierba al sol como si fuera heno y luego la guarda en su «granero», una grieta en las rocas donde la hierba estará a salvo del mal tiempo del invierno. Cada «granero» puede contener hasta un brazo lleno de hierba.
Un camello puede beber suficiente agua para cinco o seis días.
Las musarañas tienen que comer cada día casi tanto como su peso corporal.
Casi nunca verás a un león macho con una melena larga en la naturaleza, porque las espinas y los arbustos le arrancan trozos de pelo a su paso.
El jerboa, un roedor que vive en África, puede ver por delante, por detrás, por encima o por debajo sin girar el cuello.
¿Cuántos de los anteriores mamíferos no conocías? Busca imágenes de estos mamíferos para que puedas reconocerlos la próxima vez que leas algo sobre ellos. Y recuerda que Dios los creó por alguna razón.
Vicki