¡Si Dios está a nuestro favor, nadie podrá estar contra nosotros!
Romanos 8: 31
¿Sabes que hay más de doscientas especies diferentes de ranas venenosas en el mundo? Hoy vamos a conocer una de ellas. Aquí tienes las siguientes pistas…
Soy una rana diminuta. De adulta, solo mido 55 milímetros.
Vivo en el suelo de la selva tropical.
Soy muy buena madre pues pongo mis huevos en las copas de las hojas hechas por las plantas y cambio de lugar a los renacuajos después de que eclosionan si creo que están en peligro.
Hay varias especies diferentes de mí. Todas somos venenosas, pero algunas lo son más que otras.
Todas tenemos colores brillantes, podemos ser azules, rojas, amarillas, naranjas y de otros colores brillantes. Esta coloración advierte a los depredadores de que somos venenosas para que nos dejen tranquilos.
Nuestro nombre se debe a que los nativos sudamericanos nos agarraban con hojas (para no mancharse las manos de veneno) y nos frotaban las flechas en la espalda. De esa manera obtenían flechas venenosas que luego utilizaban para cazar.
Respuesta: Soy una rana dardo venenosa. Mis colores brillantes no me permiten pasar desapercibida como muchas otras ranas y sapos. Destaco en el bosque y me localizan rápidamente. Los colores me protegen, aunque destaque, porque los demás animales saben que deben dejarme en paz.
Algunas personas intentan pasar desapercibidas y ser como los demás, aunque estos hagan cosas que no deberían. No seas así. En lugar de eso, sé como la rana venenosa, y muestra tus verdaderos colores al mundo.
Vicki.