Y la iglesia es el cuerpo de Cristo; él la completa y la llena, y también es quien da plenitud a todas las cosas en todas partes, con su presencia.
Efesios 1: 23, NTV.
En la actualidad, es común escuchar de personas que se consideran <espirituales – pero no -religiosas-. También se puede encontrar la variación de esta idea: <Soy cristiano, pero no asisto a ninguna iglesia». La pregunta que surge es: ¿se puede ser cristiano sin ir a la iglesia?
La Biblia nos presenta que Dios siempre ha tenido interés en formar un pueblo para sí, un grupo con el cual pueda tener una relación especial y que sirva para representarlo ante el mundo, siendo una fuente de bendición (ver Génesis 12: 1-3). Antes de Cristo, este pueblo era Israel, pero después de la muerte de Cristo, cualquier persona que acepte a Jesús como su Salvador puede formar parte de este pueblo: la iglesia.
Jesús mismo afirmó ser la Roca que sirve de fundamento a la iglesia (Mateo 16:18). Lucas indica que Dios agrega a la iglesia a las personas que alcanzan la salvación (Hechos 2: 47).
Pablo compara a la iglesia con un cuerpo, donde cada miembro tiene una función distinta (1 Corintios 12), y al mismo tiempo, nos mantenemos unidos y nos apoyamos mutuamente mientras crecemos para ser más semejantes a Jesús. Pedro señala que la iglesia es un templo espiritual y sus miembros son <piedras vivas» (1 Pedro 2: 5) con la misión de anunciar <las obras maravillosas de Dios, el cual los llamó a salir de la oscuridad para entrar en su luz maravillosa» (1 Pedro 2:9).
Resulta claro que para Dios la iglesia es importante. Hace poco, mientras entraba a un templo, vi escrita en el mural la pregunta con la que inicié: «¿Puedo ser cristiano sin unirme a una iglesia?». A renglón seguido se contestaba: <Sí, es posible. Pero sería como ser:
… un estudiante que no asiste a la escuela.
… un soldado que no se une al ejército.
… un vendedor que no tiene clientes.
… un marinero en un barco sin tripulación.
… un jugador sin equipo.
… una abeja sin colmena».
¿Te gustaría ser un cristiano así?