Categories

Archivos

Pan para cada día

El pan nuestro de cada día, dánoslo hoy.

Mateo 6: 11, RV95

El versículo de hoy es una de las frases más conocidas de toda la Escritura. Incluso los no religiosos utilizan la frase -pan nuestro cada día- para referirse a lo cotidiano y común. Personalmente, me gusta porque aborda mis necesidades físicas, pero en esta oración se encuentran tres enseñanzas que nos pueden ayudar a vivir mejor.

  1. Esta frase está en plural. El Padre nuestro comienza en singular (tu nombre, tu reino y tu voluntad), pero justo cuando la oración cambia de foco para concentrarse en el ser humano, también cambia de número. Al repetir la oración modelo no pido mi pan, sino nuestro pan. Elena G. de White resume la lección implícita cuando escribe: En nuestras peticiones hemos de incluir a nuestros semejantes tanto como a nosotros mismos. Nadie ora como es debido si solamente pide bendiciones para sí mismo.*
  2. En segundo lugar, esta petición alude dos veces al presente. Pedimos el pan nuestro de cada día y lo pedimos hoy. Hoy en día se nos paga mensual, quincenal o semanalmente, de allí que estemos programados a hacer provisión para la semana o el mes completo. Pero en la época de Jesús la gente recibía el salario al final del día, por lo que no tenía más opción que vivir un día a la vez. Justo eso fue lo que Jesús quiso enseñarnos, que no hemos de afanarnos por el mañana (Mateo 6: 25-32), sino que hemos de confiar en que Dios suplirá cada una de nuestras necesidades.
  3. Por último, nota el alimento que le pedimos a Dios: pan. ¿Puede haber algo más sencillo que el pan? El pan consta de tan solo harina, agua y sal. ¿Por qué no pedirle a Dios algo más complejo? Al enseñarnos a pedir pan, Jesús aludió a la simplicidad, a que no necesitamos tanto para ser feliz y que la sencillez a menudo nos ayuda a llevar una vida más ligera y con menos presiones.

Incluir al prójimo en tus oraciones y vivir un día a la vez con lo más básico posible. ¿No te parece que es una manera de simplificarnos la existencia? Hoy te invito a hacer de esta enseñanza de Jesús una tendencia. Necesitamos más amor al prójimo y menos complicaciones.