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Cristianos que se esfuman

No dejemos de reunirnos, como hacen algunos. Al contrario, animémonos cada vez más a seguir confiando en Dios.

Hebreos 10: 25, TLA.

¿Has oído hablar del «ghosting»? Esta expresión, importada del inglés, ha ganado popularidad en las redes sociales y hace referencia a la acción de finalizar una relación, principalmente sentimental, cortando toda comunicación de manera abrupta y sin proporcionar explicaciones. En México le dicen «cortar a la francesa», y en Colombia «dejar en visto».

Aunque el «ghosting» comenzó como un fenómeno en las redes, ya se ha extendido a otros ámbitos de la vida, como la iglesia. Hace poco, la revista Christianity Today publicó un artículo donde menciona que la iglesia Cross City, en Ohio, entrega a sus nuevos miembros unos folletos con las creencias fundamentales de la iglesia, información sobre los líderes y las razones de disciplina y, lo más curioso, una sección sobre cómo abandonar la iglesia.* El pastor de la iglesia, Scott Burns, señaló que la mayoría de las personas que han abandonado la iglesia, lo hacen sin previo aviso, simplemente se esfuman.

Como seguidores e imitadores del Dios que «deja las otras noventa y nueve en el campo y va en busca de la oveja perdida» (Lucas 15: 4), no podemos simplemente resignarnos y encogernos de hombros cuando alguien nos «deja en visto» como iglesia. En Hebreos, el apóstol dice que hemos de animarnos cada vez más a seguir confiando en Dios. Bruce Barton señala que «una palabra de ánimo en el momento oportuno puede marcar la diferencia entre mantenerse firme en la fe y colapsar en el camino».

Moisés recibió la encomienda de animar a Josué (Deuteronomio 3: 28). Judas y Silas animaron a la iglesia después del Concilio de Jerusalén (Hechos 15: 32). Pablo envió a Tíquico a animar a los efesios (Efesios 6: 22), y Timoteo animó a los tesalonicenses (1 Tesalonicenses 3: 2).

Ser cristianos conlleva ser sensibles a las necesidades de los demás, y ello incluye la necesidad de recibir palabras de aliento y ánimo. «Mientras aún queda tiempo, cada uno debe animar al otro a seguir confiando» (Hebreos 3: 13). ¿Qué persona en tu medio necesita hoy de una palabra de ánimo? No dejemos que el «ghosting» se convierta en una tendencia en nuestras iglesias. Animémonos unos a otros.