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Descanso para el corazón

Aprendan de mí, que soy paciente y de corazón humilde; así encontrarán descanso.

Mateo 11: 29

En febrero de 2022, tuve la bendición de escuchar los latidos del corazón de mi primer hijo a través de un ultrasonido. Mes tras mes, durante nuestras consultas médicas, mi esposa y yo presenciamos cómo el doctor seguía de cerca el desarrollo cardíaco del bebé. Sin lugar a dudas, el corazón es lo que considero un milagro cotidiano.

Hasta hace poco, se pensaba que ese órgano se formaba a las tres semanas de embarazo, pero unos investigadores de la Britsh Heart Foundation descubrieron que el primer latido del corazón de un bebé se produce tan solo dieciséis días después de la concepción, cuando se forma una estructura conocida como «creciente cardiaco».

El corazón late desde los dieciséis días hasta que mueres. En un adulto promedio, esto ocurre entre 70 y 80 veces por minuto. ¿Cómo puede un músculo trabajar tanto sin descanso? ¡No puede! Los músculos del corazón descansan durante una fracción de segundo entre los movimientos de sístole y diástole, o sea, de contracción y relajación. Por eso resulta necesario mantener un ritmo cardiaco adecuado y evitar el estrés.

Cuando te estresas, el corazón se acelera para enviar más sangre a los músculos, en preparación para pelear o huir. Lamentablemente, el corazón no puede distinguir entre el estrés que sientes cuando te persigue un perro y el estrés que sientes cuando estás preocupado por un problema.

La idea de que mi corazón solo necesita una fracción de segundo para descansar entre latidos me recuerda que, en medio de la vida ajetreada que a veces llevo, siempre puedo apartar un instante para reconectarme con mi Dios y recargar las baterías mentales y espirituales mediante una breve oración, la lectura de un pasaje de las Escrituras o incluso una canción. También una vez por semana podemos hacer un alto para descansar física, mental y espiritualmente. El sábado constituye esa pausa renovadora que me recuerda que no soy una máquina, que necesito un día de descanso para reconectarme con mi Creador, con mi familia y con mis semejantes.

Hoy, el órgano que bombea sangre por todo tu cuerpo encontrará momentos de descanso, pausas entre latidos para recobrar fuerzas y continuar su función vital. Del mismo modo, hoy tú también tienes la oportunidad de encontrar momentos a lo largo de este día para recobrar energías y hallar descanso en Jesús.