Abran las puertas de su hogar con alegría que necesite un plato de comida o un lugar donde dormir.
1 Pedro 4:9.
La Biblia tiene varios ejemplos de hospitalidad, pero me emociono con el cuidado de la familia de Sunem, que construyó una habitación para el profeta Eliseo.
Me imagino la alegría de la pareja al invitar al profeta a cenar, sirviendo bien a ese hombre de Dios y escuchando sus consejos. La gratitud fue tan grande que tuvieron la bondad de construir un lugar para que Eliseo descansara. Creo que ellos pensaron en cada detalle de los muebles, la sábana, quién sabe… quizá incluso dejaron una merienda para el profeta encima de la mesa.
Mucha gente cree que solo debe pensar en sí misma, pero Jesús vino a este mundo para enseñarnos que debemos cuidarnos los unos a los otros. Y existen muchas maneras de hacerlo. Recibir a amigos en nuestro hogar es una manera de amar. ¿Puedes pensar en otras maneras?
Mi oración: Señor, ayúdame a ser hospitalario y a compartir lo que tengo con otras personas.
Hospitalidad: Recibir a las personas en casa; tratar bien a las visitas.