Cuando la reina de Saba se enteró de la fama de Salomón, fama que honraba el nombre del Señor, fue a visitarlo para ponerlo a prueba con preguntas difíciles.
1 Reyes 10:1.
El rey Salomón recibió la visita importante de una reina. Ella viajó de tierras distantes solo para conocer al rey y a la nación que estaba construyendo, y se quedó impresionada con las riquezas, las tierras y la organización del palacio. Esa era una visita ilustre y ciertamente se hicieron preparativos para ese momento.
Cuando tu familia recibe visitas, ¿cómo suelen prepararse? Seguro acomodan las habitaciones, preparan una rica comida, limpian el piso… El rey Salomón y sus empleados también se esmeraron en la preparación. La reina se sintió feliz por semejante cuidado, y más aún con la sabiduría del rey.
Cada semana también nos preparamos para un momento especial: el sábado. La preparación no comienza recién el viernes, sino que hay que organizar también los demás días. Después de todo, es un día dedicado al más ilustre de los invitados: nuestro Señor Jesús. Necesitamos preparar nuestra habitación, nuestra casa, y por sobre todo nuestra mente y nuestro corazón.
Mi oración: Señor, enséñame a prepararme para el día más especial de la semana.
¿Qué pueden hacer tú y tu familia para que el sábado sea un día especial? Organícense durante esta semana, y dividan las tareas entre todos.
Ilustre: Cualidad de personas que se destacan porque son líderes, talentosos, o porque son conocidos por muchas personas.