No oprimas a los extranjeros. Tú sabes lo que es ser extranjero, porque tú también fuiste extranjero en la tierra de Egipto.
Éxodo 23:9.
El pueblo de Israel vivió como inmigrante en las tierras de Egipto. Pasaron años siendo maltratados y sufriendo mucho. No debe haber sido fácil para los israelitas pasar por eso. ¿Conoces esa historia bíblica? Dios envió un líder para librar a su pueblo: Moisés.
Como inmigrantes, algunos israelitas tuvieron dificultades para mantener su cultura, e incluso abandonaron la fe en Dios. Sin embargo, muchas familias se mantuvieron orando; realizando las fiestas de la cultura de Israel, como la Pascua; y teniendo hábitos típicos de los israelitas, en la alimentación, en la vestimenta, etc.
Un día, charlando con una amiga que vive como inmigrante en Canadá, entendí cuán difícil debe ser estar en un lugar distinto al tuyo, con otro idioma, y hábitos, comidas y rutina distintos.
La Biblia está llena de consejos acerca del amor, incluso acerca de amar a las personas, ya sea de tu pueblo o extranjeros. Todos somos extranjeros en este lugar, ya que el Señor está preparando una nueva Canaán para nosotros.
Mi oración: Querido Dios, ayúdame a mantener mi fe aún en situaciones difíciles y lugares distintos.
¿Conoces a alguien que vino de otra ciudad, provincia o país? ¿Cómo tratas a esa persona?
Inmigrante: Persona que vino de un país distinto y ahora vive en un lugar nuevo.