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Como Avestruz

Es duro para con sus crías, como si no fueran suyas, y no teme que su trabajo haya sido en vano.

Job 39: 16

Norma Jean Mortenson vino a este mundo como un bebé completamente normal. Sin embargo, su madre la dejó al cuidado de un matrimonio desde su nacimiento hasta los siete años. Después la llevó a vivir con ella durante un año, hasta que fue internada en un hospital de psiquiatría con un diagnóstico de esquizofrenia. A partir de entonces, Norma fue internada en un orfanatorio.

A los 16 años se casó y cuatro años más tarde se divorció. Durante su vida tuvo tres matrimonios que nunca llenaron el vacío que sentía. Dado que poseía una arrobadora belleza, se convirtió en modelo y después en actriz. Fue entonces cuando su nombre fue cambiado de Norma a Marilyn Monroe, conocida hasta hoy por el mundo.

Y aun con todas las oportunidades que Norma tuvo de fama, belleza y riqueza, nada fue suficiente para reparar el daño que había hecho en el pasado la ausencia de su madre. El 5 de agosto de 1962 fue hallada muerta en su casa de Hollywood, y todo apunta a que ella misma dio fin a su sufrimiento.

En ocasiones las mujeres piensan que si no tienen un empleo bien remunerado o una carrera ante la sociedad, no valen. No hay nada más lejos de la realidad. En realidad, quienes tienen el privilegio de ser madres, tienen en los primeros años de sus hijos el más grande tesoro que Dios ha confiado a su cuidado. Algunas madres descuidan tal privilegio como lo hace el avestruz descrito en Job 39: 13-16.

«El hogar debe ser para los niños el sitio más agradable del mundo, y la presencia de la madre en él debe ser su mayor atractivo». «Según se hayan educado los jóvenes y en la medida en que su carácter fue amoldado en la infancia por hábitos virtuosos, de dominio propio y temperancia, será su influencia sobre la sociedad. Si se los deja sin instrucción ni control, y como resultado llegan a ser tercos, intemperantes en sus apetitos y pasiones, así será su influencia futura en lo que se refiere a amoldar la sociedad».

Querida amiga, fue al género femenino a quien el Creador eligió para desarrollar nueva vida. Hagamos de esas vidas hijos e hijas que sean tesoros pulidos que brillen en medio de esta sociedad que cada vez se hunde en la oscuridad.