«Una mujer llamada Marta lo recibió en su casa. Tenía ella una hermana llamada María que, sentada a los pies
«Todo tiene su tiempo, y todo lo que se quiere debajo del cielo tiene su hora» Eclesiastés 3:1 El capítulo
«Nuestra alma escapo cual ave del lazo de los cazadores; se rompió el lazo y escapamos nosotros. Nuestro socorro está