Mi pueblo ha cometido un doble pecado: me abandonaron a mí, fuente de agua viva, y se hicieron sus propias
Quiero. ¡Queda limpio! Lucas 5:13, DHH. Seguramente habrás escuchado el dicho popular que reza: querer es poder. Tal vez hasta
¡Lávame de mi maldad! ¡Límpiame de mi pecado! Salmos 51:2 Puedes cepillarte los dientes con cuidado, realizando movimientos circulares y
¿Con qué limpiará el joven su camino? ¡Con guardar tu palabra! Salmos 119:9. Hace unos años, en el 25 aniversario
Esparciré agua limpia sobre ustedes, y ustedes quedarán limpios de todas sus impurezas, pues los limpiaré de todos sus ídolos.
Con la cara descubierta, todos nos quedamos mirando fijamente la gloria del Señor, y así somos transformados en su imagen