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Oración en tiempos de crisis

Lecturas devocionales para Adultos 2019

Entonces Ezequías oró a Jehová, diciendo […]: Inclina, oh Jehová, tu oído, y oye; abre, oh Jehová, tus ojos, y mira; y oye todas las palabras de Senaquerib, que ha enviado a blasfemar al Dios viviente.

Isaías 37:15, 17.

¿No has orado alguna vez como Ezequías, para que Dios te saque de encima gente que no quiere tu bien?

Senaquerib, rey de Asiría, había llegado como una inundación desde el norte, barriendo todo pueblo, ciudad y nación que se interponía en su camino. Con la euforia del triunfo, se presentó con los ejércitos asirios en camino a Jerusalén. Estaba sorprendido y perplejo de que el rey Ezequías intentara resistirse. Así que, envió al Rabsaces, su representante, quien después de muchos intentos por lograr la rendición incondicional de Israel envió una carta amenazadora a Ezequías.

Lo primero que hizo Ezequías fue buscar a Dios en el Santuario y llevarle a él la carta del enemigo (Isa. 37:14). Aquí tenemos un ejemplo de qué hacer con nuestros adversarios que desean nuestro mal y nos meten en dificultades. Si mantenemos una relación constante con Dios en tiempos de bonanza, podemos ir a Dios con confianza en tiempos problemáticos. Tanto los pequeños como los grandes problemas se visualizan mejor delante de Jehová. Todo lo que es suficientemente importante como para perturbarme es suficientemente importante como para hablarlo con Dios. Ya sea que nuestra sangre se contamine por un virus de una picadura de mosquito o el veneno de una mordedura de serpiente, el antídoto siempre sera el Señor. Por eso, Pablo aconseja: “Por nada estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias» (Fil. 4:6).

Dios respondió la oración de Ezequías: en Isaías 37:22 al 38 leemos acerca del modo en que Dios respondió al rey. La historia nos dice que la Profecía de los versículos 33 y 34 se cumplió meridianamente. Si uno de los 185.000 soldados asirios hubiera disparado accidentalmente una flecha sobre las murallas de Jerusalén, la Palabra de Dios habría resultado inexacta. Pero no ocurrió, y el ejército asirio fue derrotado (vers. 36)

Dios responde nuestras oraciones en los momentos más críticos de nuestra vida. ¡Cuán hermosas son sus promesas! ¡Nada ni nadie nos puede destruir! Porque nuestra “vida está escondida con Cristo en Dios» (Col. 3:3).

Oración: Gracias, Señor, por tu fidelidad.

Lecturas Devocionales Para Adultos 2019
Las Oraciones más Poderosas de La Biblia – Ricardo Bentancur