«Mira, yo estoy llamando a la puerta; si alguien oye mi voz y abre la puerta, entraré en su casa
«Pero el Señor le dijo a Samuel: -No te dejes impresionar por su apariencia ni por su estatura, pues yo
«Y andad en amor, como también Cristo nos amó y se entregó a sí mismo por nosotros» Efesios 5:2 Conmovidos
María estaba triste. Su corazón desfallecía. Reconocía que había actuado mal, castigando a su pequeña hijita. Le dolía ver cómo
«Inclina tu oído y escucha las palabras de los sabios; aplica tu corazón a mi sabiduría. Es una delicia, si
«Saúl tenía miedo de David, porque el Señor ayudaba a David, pero ya no lo ayudaba a él». 1 Samuel