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Mil maneras de servir

Matutinas para Adultos 2020

«Cada uno ponga al servicio de los demás el don que haya recibido, administrando fielmente la gracia de Dios en sus diversas formas»

1 Pedro 4: 10, NVI

El tipo de servicio en el que seremos más eficientes depende de nuestros dones. Un don es una capacidad que posee una persona y que la destaca de las demás. Puede considerarse como un «regalo», cuya presentación depende de Aquel que lo concede, mientras que el desarrollo de su potencial depende de la utilización que se haga del mismo.

Cada uno de nosotros ha recibido al menos un don, que se encuentra latente, a la espera de su aprovechamiento para el bien de los demás.

Bezaleel y Aholiab eran sabios e inteligentes para las ciencias y el arte. Tenían el don de proyectar diseños y trabajar en oro, plata, bronce, madera y piedras preciosas. · Junto con ello, tenían la capacidad de enseñar a otros su oficio. En tiempos de Moisés, utilizaron sus talentos en la obra del santuario (Éxodo 35:30-35). Por su parte, Hemán, Asaf y Etán tenían el don de la música y servían a Dios a través del canto.

En tiempos de David y Salomón, con su talento inspiraron al pueblo a la alabanza (1 Crónicas 6:31-48). Los discípulos de Jesús recibieron el don de sanar enfermos, resucitar muertos y echar fuera demonios. Sirvieron a Dios a través del alivio del sufrimiento humano (Mateo 10:8).

El apóstol Pablo, cuyo don más destacado era la predicación, por el poder de Dios, multiplicó los miembros de la iglesia primitiva en diversas zonas circundantes del mar Mediterráneo. Un hermano de la iglesia de Éfeso llamado Gayo dispuso sus recursos materiales para el servicio al dar hospedaje y sustento a los misioneros que viajaban de iglesia en iglesia (3 Juan). Y una humilde costurera llamada Dorcas puso sus habilidades al servicio de Dios haciendo ropa para los pobres y entregándoles donativos y atenciones (Hechos 9:36-43).

Evidentemente, podemos servir a Dios de diversas maneras. ¿Has descubierto con qué don has sido favorecido? Tal vez no sea el de la predicación o el de hacer milagros, pero con seguridad tienes alguna manera de servir. Recuerda que «hay diversidad de dones, pero el Espíritu es el mismo.

Y hay diversidad de ministerios, pero el Señor es el mismo. Y hay diversidad de actividades, pero Dios, que hace todas las cosas en todos, es el mismo. Pero a cada uno le es dada la manifestación del Espíritu para el bien de todos» (1 Corintios 12:4-7).

Permítele a Dios beneficiar hoy a otros, a través de ese don que puso en ti.