«Por sus acciones se conoce si un joven se conduce con rectitud».
Proverbios 20:11
El padre de Federico lo había mandado a su dormitorio castigado. El niño obedeció muy molesto. Entonces, se acercó a la ventana, miró la puesta del Sol y comenzó a pensar en por qué lo habían castigado no dejándole jugar fuera: «No guardé mis juguetes, no quise comer la sopa, le respondí mal a mi abuela, empuje a mi hermanito. A fin de cuentas, ¡merezco el castigo!».
¿Y yo?
Si tú quieres, también puedes darte cuenta de cuándo estás haciendo algo que no es correcto.
Mi oración para hoy
Ayúdame a comportarme correctamente.