«Vosotros, hermanos, a libertad fuisteis llamados; solamente que no uséis la libertad como ocasión para la carne, sino servíos por amor los unos a los otros»
Gálatas 5:13
La mayoría de las personas se ha sentido triste, afligida o desconsolada alguna vez. En algunos, estas emociones han perdurado por algunos días, y hay quienes conviven con ellas durante semanas, meses e incluso años, lo que les provoca un gran malestar que interfiere en varios aspectos de la vida.
Para mejorar el estado de ánimo deprimido se han propuesto diversas terapias que van desde los tratamientos psicológicos hasta aquellos que incluyen la corriente eléctrica (terapia electroconvulsiva) o el tratamiento farmacológico. Aunque la mayoría de estas terapias resultan bastante efectivas, requieren un tiempo considerable de intervención y sus programas son relativamente costosos.
Por otro lado, aquellos que han sido diagnosticados con un trastorno depresivo pueden resultar estigmatizados, sin contar que están expuestos a los efectos secundarios de los fármacos. No obstante, desde que la psicología positiva se fue abriendo paso en la literatura científica, también comenzaron a proliferar las intervenciones clínicas basadas en dicho enfoque.
Interesada en mejorar la vida de las personas a través de la psicología positiva, Kristin Layous y sus colegas de la Universidad de California en Riverside (EE. UU) investigaron de qué manera simple y sencilla las personas podrían ser más felices.
En su artículo Delivering Happiness: Translating Positive Psychology Intervention Research for Treating Major and Minor Depressive Disorders [Entregando felicidad: traduciendo investigación de intervenciones de psicología positiva para el tratamiento de los trastornos depresivos mayor y menor] señaló que las intervenciones positivas pueden disminuir significativamente los síntomas depresivos en tan solo una semana ¡o menos! ¿Pero cuáles son las intervenciones positivas recomendadas? Claramente manifiesta que se trata de ayudar a los demás y expresar gratitud por las bendiciones recibidas. ¡Son actividades que cualquier persona puede realizar!
Concluye su estudio enfatizando las ventajas de dichas terapias que tienen el potencial de ayudar a quienes no responden favorablemente a la farmacoterapia, no están dispuestas a la medicación o simplemente no cuentan con los recursos necesarios para un tratamiento.
Realizar actos de bondad y contar las bendiciones recibidas suscitan una rápida mejora de los síntomas depresivos, carecen de estigmas, no tienen efectos secundarios, evitan los costos de un tratamiento y se pueden autoadministrar.
La cita bíblica de hoy puede ser muy significativa para quienes hayan estado cautivos en las redes de la depresión. Señala que Dios hace un llamado para disfrutar de libertad.
No obstante, tal libertad se hará plena solo cuando la ocupemos en un servicio basado en el amor. Atrévete a seguir esta terapia, aunque sea de manera preventiva.