«Sí, vengo pronto»
Apocalipsis 22:20
Hoy es el último día del año, y me hace pensar en las famosas últimas palabras de las celebridades. Un ejemplo es la respuesta del comediante Bob Hope a su esposa, Dolores, quien le había preguntado dónde quería que lo enterrara. «Sorpréndeme», dijo sarcásticamente.
Una estrella del escenario británico, Gladys Cooper, se cepillo el cabello la última tarde de su vida. Se miró al espejo y le comentó a su enfermera: «Si esto es lo que la neumonía viral le hace a uno, realmente no pienso que me molestaré en volver a tenerla».
El dramaturgo noruego Henrik Ibsen pasó los últimos años de su vida en cama. Un día escuchó a su enfermera sugerir que se estaba sintiendo mejor. «¡Por el contrario!», dijo bruscamente, y murió.
Algunos enfrentan la muerte con arrogancia osada. «¿Morir?», le respondió el actor John Barrymore a un amigo. «Diría que no, mi querido amigo. Ningún Barrymore permitiría que algo tan común le sucediera».
Se dice que las últimas palabras del actor Douglas Faribanks fueron: «Nunca me he sentido mejor». Evidentemente, estaba equivocado. Así también el general de la Guerra Civil John Sedwick. Durante una batalla en Virginia, iba caminando al aire libre dirigiendo dónde ubicar la artillería, aunque los francotiradores confederados estaban en la zona. Se burlaba de los soldados a su alrededor que se agachaban para evitar los disparos. «¿Por qué se agachan así? No podrían dispararle a un elefante a esta distancia». Entonces, una bala lo alcanzó y cayó muerto.
¿Sabes cuáles son las últimas palabras de Jesús que aparecen en la Biblia? Al final de Apocalipsis, dice: «Ciertamente vengo en breve». Estas últimas palabras no son una forma divertida ni valiente de despedirse. Al contrario. Es Jesús que dice: «Volveré». Nos dan esperanza y nos recuerdan que ya llega una resurrección. Gracias a él, algunas últimas palabras famosas pueden no ser las últimas palabras después de todo.