«Entonces el lobo y el cordero vivirán en paz, el tigre y el cabrito descansarán juntos, el becerro y el león crecerán uno al lado del otro, y se dejarán guiar por un niño pequeño».
Isaías 11:6
Hasta ahora hemos hablado de diferentes animales, ¿cuál es tu favorito? ¡Qué bien! ¿Qué has aprendido de él? ¡Excelente!
Hoy quiero hablarte de los animales salvajes, como estos que están en la imagen que papá tiene. Algunos viven en el campo, otros en la selva y otros en el desierto. Ellos no necesitan que las personas los cuiden porque saben cuidarse solos.
La palabra salvaje quiere decir que no está preparado para vivir con las personas, por eso los animales salvajes pueden hacerles daño a otros animales y a las personas. A estos animales no les puedes enseñar a ser obedientes y que no hagan daño, pero tampoco pueden vivir encerrados.
Hay animales salvajes que no hacen daño, como la ardilla, pero hay otros que solo son cariñosos con su familia, pero no con otros animales ni con las personas, por eso no debes acercarte a ellos. Pero te tengo una buena noticia: en el cielo no habrá animales salvajes; la Biblia dice que cuando Jesús vuelva todos podremos vivir juntos y ningún animal hará daño. ¿Te gusta esa noticia? ¡Significa que podrás tener un oso o un tigre como mascota!
Oración: Querido Dios, gracias por crear los animales salvajes.
Palabra que aprendimos hoy: Salvaje.