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¡Hola, Dolly!

Devocional adventista para adoslescentes 2022

El hombre, nacido de mujer, corto de días y hastiado de sinsabores.

Job 14: 1, RV95

El 5 de julio de 1996 tuvo lugar la primera clonación exitosa de un mamífero, con el nacimiento de la oveja Dolly. Su nombre académico fue «6LL3», pero era una oveja o, bueno, una cordera. Nació en el Instituto Roslin de Escocia y recibió el nombre de la famosa cantante y actriz Dolly Parton. El nacimiento de Dolly se anunció en febrero de 1997 y provocó una gran controversia. Algunos argumentaron que la tecnología de la clonación era algo positivo porque conduciría a importantes descubrimientos en medicina. La clonación proporcionaría órganos a las personas que necesitaran trasplantes, como páncreas de ovejas y corazones de babuinos. Además, la clonación nos daría muchos fetos para poder recoger células madre y utilizarlas en la investigación para curar enfermedades nerviosas como el mal de Alzheimer y el de Parkinson. Además, la clonación facilitaría la conservación de especies en peligro de extinción.

Pero hubo otro lado del argumento también. La clonación no es algo bueno, dijeron, porque no es una tecnología segura todavía. No es ético. Hay demasiado que no sabemos sobre la clonación. Podríamos crearnos problemas en el futuro que serían mucho peores que los que tenemos ahora. Podríamos crear cepas de criaturas que podrían provocar enfermedades que desconocemos. Además, la investigación con células madre requiere que se extraigan los fetos o se destruyan, y eso sería un error, ya que son criaturas vivas. Además, si hoy clonamos ovejas, mañana serán humanos, y eso está claramente mal.

Y eso es exactamente lo que le ocurrió a Dolly. Llegó a tener cuatro corderos, pero también tuvo complicaciones. Desarrolló artritis en sus patas traseras y empezó a sufrir una enfermedad pulmonar. Esto hizo que los científicos se preguntaran sobre los peligrosos procedimientos que desconocían de la clonación. Finalmente, Dolly tuvo que ser sacrificada. Curiosamente, lan Wilmut, el principal científico del equipo que «creó» a Dolly, está ahora muy en contra de la clonación humana.

Sea cual fuere el lado de la discusión, tendrá que enfrentarse a algunos problemas reales. Por un lado, la clonación podría salvar vidas, de eso no hay duda. La cuestión es: ¿qué tipo de calidad de vida podemos esperar? El pecado creó los problemas que enfrentamos genéticamente, y sabemos que el hombre no puede arreglar el problema del pecado. Solo Dios puede hacerlo. Solo somos humanos. Ya tenemos suficientes problemas en este viejo mundo de pecado, sin tratar de jugar a ser Dios.

Bradley Booth ha enseñado en escuelas adventistas de los Estados Unidos, África, Rusia y Tailandia. Actualmente es el director de The Story Tellers Ministry, que ayuda a enseñar el arte de escribir historias antiguas que siguen siendo importantes hoy. La oración del Dr. Booth es que sus libros inspiren a los lectores a mantenerse de parte de Jesús tanto en los buenos como en los malos tiempos.