El obrero es digno de su salario.
Lucas 10: 7, RV95
En este día de 1955, el gobierno federal de los Estados Unidos fijó el salario mínimo en 1 dólar por hora. Desde 1955, el salario por hora ha experimentado varias subidas. En mayo de 1974 alcanzó los 2 dólares. En 1980, se elevó a $3.10; en 1991, se fijó en $4.25; y en 2008, en $6.55. A partir de agosto de 2018, el salario mínimo es de $7.25 por hora. Entonces, ¿cuál es el valor de tus habilidades? ¿Qué podrías aportar a un trabajo? ¿Buenos conocimientos de informática? ¿Conoces los programas de procesamiento de textos? ¿Eres bueno con los niños? ¿Se te da bien la limpieza? Tal vez seas creativo y hagas buenas letras o incluso algo de arte y diseño. Incluso los adolescentes pueden conseguir trabajo, pero a veces no les gusta el sueldo. Recoger frutas o verduras suele pagarse menos que cualquier tipo de trabajo de construcción, incluso que barrer. Cuidar niños suele dar menos dinero que ser socorrista.
Cuando planifiques tu vida y tu trabajo temporal (en lo que trabajas mientras estás estudiando), céntrate en lo que realmente quieres. ¿Trabajas para gastar dinero? ¿Necesitas ganar lo suficiente para comprar un auto? ¿Estás ayudando a pagar tu educación?
En cuanto al dinero, nunca es suficiente. Los automóviles cuestan mucho (incluso los de segunda mano). Una vez que tienes el vehículo, hay que pagar el seguro, la matrícula, la gasolina, los cambios de aceite, las piezas de recambio y la mano de obra cuando algo estropea (lo cual sucede inevitablemente).
¿Y la educación? Si ayudas a pagar tu educación, ya has aprendido a calcular los costos. Todos los estudios demuestran que los adolescentes que ayudan a pagar al menos una parte de los costos de su educación llegan más lejos en la vida y obtienen mejores resultados académicos. Y suelen tener más éxito en sus carreras, convirtiéndose en supervisores, gerentes, propietarios de empresas o profesionales como abogados, profesores y médicos. ¿Por qué? Porque han aprendido a administrarse a sí mismos, su tiempo y su dinero.
Jesús dice que «el obrero es digno de su salario»; o al menos debería serlo. Si no está haciendo su parte del trabajo donde trabaja, entonces probablemente no vale el salario que le pagan. Incluso durante sus viajes misioneros, Pablo estaba orgulloso de trabajar como fabricante de tiendas para poder mantenerse económicamente. Es bueno vivir por tu cuenta, y es bueno cuidar de tus propias finanzas. Solo recuerda que ningún trabajo es indigno si se hace bien.
