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Más que marionetas

Tú le hablarás y pondrás en su boca las palabras, y yo estaré en tu boca y en la suya, y os enseñaré lo que habéis de hacer.

Éxodo 4:15

Dicen que el primer ventrílocuo de la historia fue Euricles de Atenas, pero no es verdad. Muchos años antes de él, en el lejano Egipto, ya se practicaba esta técnica de hacer hablar a un muñeco como si tuviera vida propia. Era muy común que, en algunas religiones del Cercano Oriente, los dioses “poseyeran” a sus sacerdotes o sacerdotisas y que hablaran en su nombre como si fuesen médiums.

A esa experiencia de “salirse fuera de sí mismo” la llamaban éxtasis. Muchos mensajes llegaron a reyes por este proceso, muchos mensajes interesados y manipuladores. Supuestamente venían de los dioses, pero era simple ventriloquia.

Dios, sin embargo, no es un ventrílocuo. No posee a las personas para sus propósitos. Dios trabaja en cooperación con los seres humanos, y en los proyectos de misión que nos propone no solo somos instrumentos. Cada propuesta del Señor nos hace crecer hacia su carácter. Así pasó con Moisés y con Aarón.

Moisés había perdido destrezas en la lengua egipcia después de tantos años fuera de casa. Aarón hablaba bien y sería su voz. Ambos serían la voz de Dios. Y, he aquí la clave del versículo, a los dos los enseñaría Dios. No eran títeres en las manos divinas, eran personas ante el Maestro divino. Dios promete que tendrán las palabras adecuadas porque los ayudará a entender qué es lo adecuado. No pone simplemente palabras en la boca, sino que reconfigura el corazón.

Hoy sucede de igual manera, al Señor no le agrada especialmente eso de que memorices la vida espiritual y la repitas como si fueras un papagayo. No le satisface que vivas una relación con él como mero autómata. Prefiere que dialoguen, que debatan, que encuentren experiencias en común. Quiere que aprendas a su lado.

Promete que pondrá sus palabras en tu boca porque anhela que seas alguien de palabra. No es una cuestión de repetición sino de relación. ¿Son tuyas las expresiones religiosas que empleas cada día o son simplemente frases adquiridas?

¿Estás en el cristianismo o vives en Cristo? ¿Marioneta o persona? Dios te promete cambiar tu vida, solo desea que seas tú mismo junto a él. No es tan difícil, ¿no?

Víctor M. Armenteros es doctor en Filología Semítica por la Universidad de Granada y doctor en Teología (Antiguo Testamento) por la Universidad Adventista del Plata (Argentina). Durante más de una década ha sido profesor de Sagrada Escritura y Lenguas Bíblicas en el Seminario Adventista de España. Actualmente comparte la docencia con la gestión, al ejercer como director de los estudios de posgrado de la Universidad Adventista del Plata y de la sede austral (Argentina, Paraguay y Uruguay) del Seminario Adventista Latinoamericano. Es miembro de la Asociación Española de Estudios Hebreos y Judíos. Ha colaborado como traductor en la Biblia Traducción Interconfesional y forma parte del equipo editorial de la revista DavarLogos. Es, a su vez, autor de diversos artículos sobre escritos bíblicos y literatura rabínica.