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No esperes el momento perfecto

Si esperas condiciones perfectas, nunca realizarás nada.

Eclesiastés 11: 4, NBV.

Betsy Ross pasó a la historia por haber diseñado la primera bandera de los Estados Unidos, la cual tenía franjas rojas y blancas y un cuadro azul con trece estrellas, representando a las primeras trece colonias. Sin embargo, la bandera diseñada por Ross no es la que actualmente utiliza el país norteamericano. La bandera moderna, con cincuenta estrellas, fue diseñada por un estudiante de secundaria llamado Robert G. Heft.

La historia relata que en marzo de 1959, el profesor Stanley Pratt solicitó a sus estudiantes que crearan un proyecto que reflejara su amor por la historia de Estados Unidos. Robert notó que la bandera del país tenía 48 estrellas, a pesar de que Alaska ya había sido aceptado como el estado número 49 y Hawái estaba en proceso de convertirse en el quincuagésimo estado. Por lo tanto, confeccionó una bandera y la presentó como su proyecto.

A pesar de sus esfuerzos, el maestro no quedó impresionado y le otorgó una calificación de «B menos». Ante la protesta de Robert, el Sr. Pratt le dijo: «Si el Congreso aprueba tu diseño, cambiaré tu calificación». Sin perder tiempo, Robert contactó al gobernador de su estado, Ohio, y a su representante local en el Congreso, regalándoles la bandera que había diseñado. También se dice que escribió más de veinte cartas a la Casa Blanca hasta que recibió una llamada del presidente Eisenhower, quien confirmó que su diseño había sido aceptado y se estrenaría el 4 de julio de 1960.

Robert Heft es un encomiable ejemplo de lo que significa ser proactivo. Él no se sentó a esperar a que el congreso tomara una decisión, sino que tomó la iniciativa y procuró alcanzar su meta. Salomón escribió el versículo de hoy justo para motivarnos a la acción, para que seamos jóvenes proactivos: «El que mira al viento, no siembra, y el que mira a las nubes, no cosecha».

Hay personas que constantemente posponen sus proyectos y ambiciones y no asumen riesgos, sufren de parálisis por análisis mientras esperan el «clima perfecto». El Predicador sabía que nunca podremos tenerlo todo bajo control, ya que no podemos prever todas las circunstancias. Por eso, inspirado por Dios, nos impulsa hoy a embarcarnos en nuevas metas sin dejarnos paralizar por el miedo. ¿Estás dispuesto a ser ese tipo de persona?