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Relaciones saludables

Por tanto, dejará el hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su mujer, y serán una sola carne.

Génesis 2:24, RV60.

Escucha la historia de Amina y Kwame. Esta pareja tenía una conexión de amor tan intensa que se sentía hasta en el silencio. Cuando la vida les puso el dilema de vivir juntos antes de casarse, se dedicaron a buscar respuestas en la fe que ambos compartían.

Se la pasaban soñando con algo más que un trato cualquiera; querían algo a nivel Dios. Entre sus sesiones de oración y rebuscando en la Biblia, se toparon respuesta. Génesis 2:24 les dijo clarito que un hombre y una mujer están hechos para unirse de verdad, pero en plan serio, en el matrimonio.

Mientras seguían en su búsqueda, 1 Corintios 6:18 al 20 les recordó que mantenerse puros es clave. Sus cuerpos eran templos del Espíritu Santo, y merecían respeto del bueno. Estaban decididos a darle a Dios la posición principal en su relación, no solo de palabras, sino en cada cosa que hacían. Proverbios 3:5 y 6 les dio el poder para confiar en el plan de Dios y no en lo que ellos creían que estaba bien. La sabiduría de la Palabra les dio luz para elegir algo que mostraba que su relación iba de la mano con su creencia.

Así que Amina y Kwame, siguiendo lo que Dios dice sobre el amor y las relaciones, decidieron esperarse. Eligieron respetar un plan más grande que cualquiera que tuvieran en mente, y en esa elección encontraron una paz que solo llega cuando estás seguro de tu decisión.

Me acuerdo cuando me encontré con ellos en Kenia. Su historia influyó fuertemente en la pequeña iglesia donde asistían, cerca de Nairobi, donde la fe era tan vibrante como los colores que llevaban puestos. Amina y Kwame no solo me contaron de su decisión, sino del efecto que tuvo en su relación y en su entorno.

Así que, si estás pensando en tus próximas movidas y en tus relaciones, deja el relato de Amina y Kwame te ilumine. Recuerda que vivir Dios es una danza con la fe y el amor, un camino a veces torcido, pero siempre con la promesa de tener a Dios de nuestro lado.

Oración: Padre celestial, busco tu sabiduría y orientación en mis relaciones.