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El Capitán Kirk lo Dijo Mejor

Devocional adventista para adoslescentes 2022

¡Cuán hermosos son los pies de los que anuncian la paz, de los que anuncian buenas nuevas!

Romanos 10: 15, RV95

El 20 de julio de 1969, un hombre pisó por primera vez un misterioso cuerpo brillante a 384,400 kilómetros [238,855 millas) de la Tierra. Diez años antes eso parecía imposible. Entonces, en sus televisores en blanco y negro, la gente vio el primer paso de Neil Armstrong y escuchó su famosa frase: «Es un pequeño paso para el hombre, un gran salto para la humanidad». Durante años, los Estados Unidos y la URSS habían competido por la conquista del espacio. Desde entonces, sin embargo, ambas naciones han trabajado juntas desarrollando las costosas tecnologías para la investigación conjunta en el espacio. En el actual laboratorio espacial multinacional, los científicos exploran cómo lentificar el proceso de envejecimiento, cómo desarrollar nuevas curas para las enfermedades, y cómo hacer que el espacio exterior sea menos un campo de batalla armamentística y más una oportunidad para explorar una nueva frontera. «La última frontera>>, como siempre decía el capitán James Kirk en Star Trek, «no tiene límites

Después de que Estados Unidos hiciera unos cuantos viajes más a la Luna, el dinero para esos proyectos empezó a agotarse. Los estadounidenses se habían aburrido de la aventura (¡qué poca capacidad de atención!). Habían ganado a la URSS en llegar a la Luna, y ahora la NASA tenía cada vez más dificultades para conseguir dinero del Congreso. Los últimos astronautas que pisaron la Luna fueron parte de la misión Apolo 17, un costoso programa en el que participaron unos 400,000 ingenieros, técnicos y científicos. En dólares de hoy, costó casi 100,000 millones de dólares.

La Luna es una parte muy pequeña del cielo, pero la conocemos bien. Un día brilla enormemente sobre el horizonte, y dos semanas más tarde es un creciente pálido y delgado. Ya hemos caminado sobre su superficie, pero este no es nuestro mayor logro. Con la ayuda de Dios, los cristianos han dado pasos aún más grandes. En solo dos siglos hemos llevado el evangelio por todo el mundo. Esta es la buena noticia. La triste noticia es que, aun así, millones todavía no han escuchado el nombre de Jesús. El Proyecto Josué, una iniciativa de investigación de los grupos étnicos del mundo con menos seguidores de Jesús, enumera 17,459 grupos distintos en la tierra, y 7,422 no han sido alcanzados aún con el evangelio.

Este es el momento más emocionante en la historia de la tierra. Eso es lo que siempre se dice, pero es cierto. Entre la educación y la facilidad para viajar existen innumerables maneras de compartir el mensaje de Dios con personas que tal vez nunca lo conozcan. Es la frontera más grande y satisfactoria del mundo.

Bradley Booth ha enseñado en escuelas adventistas de los Estados Unidos, África, Rusia y Tailandia. Actualmente es el director de The Story Tellers Ministry, que ayuda a enseñar el arte de escribir historias antiguas que siguen siendo importantes hoy. La oración del Dr. Booth es que sus libros inspiren a los lectores a mantenerse de parte de Jesús tanto en los buenos como en los malos tiempos.