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Su camino

Instruye al niño en [según] su camino, y ni aun de viejo se apartará de él.

Proverbios 22:6

El rabino Israel Kegan explicaba el concepto de la educación religiosa con una comparación. Decía que la enseñanza es como una olla sobre el fuego.

Tanto la olla como el fuego están calientes, pero mientras que el fuego siempre mantiene su calor, la olla no. Si se aparta del fuego, se enfría.

Según él, la educación de nuestros hijos debiera ir más enfocada en crear el “fuego” de la relación con Dios que en que sean “ollas” que contengan nuestras enseñanzas. Para él, sin una relación personal con lo divino, es muy difícil que nuestros hijos o nietos conserven el legado espiritual.
Proverbios, adelantándose a ese concepto, nos da el secreto de una educación correcta, cuatro consejos que debemos considerar:

1. “Instruye”. La misma palabra también se puede usar para educar o entrenar. Lo que quiere decir que nuestra misión no solo debe ser activa sino, además, práctica. La religión es un vínculo bilateral e implica una actividad desde nuestro lado. Hemos de enseñar a nuestros hijos a que estén más interesados en conocer y amar a Dios que a seguir ciertos rituales. Para eso debemos mantener nosotros una relación. También les debemos enseñar que esa experiencia no puede quedar en palabras bonitas sino que la religión se vive cada día. Y la mejor manera de enseñarlo es vivirlo.

2. Respecto al “niño/muchacho”. La palabra en el original también hace referencia a los adolescentes. Empieza en los primeros años de su vida (los que más nos ilusionan) y continúan en los años complicados de la adolescencia (los que más nos desafían). Sin embargo, no podemos tirar la toalla, hemos de estar con ellos cuando construyen su identidad. Eso sí, manteniendo la distancia adecuada para que sepan encontrarse.

3. “Según su”. La palabra “según” es muy curiosa en el original y significa literalmente “sobre la boca”. Y es que la boca tiene muchos significados en hebreo, la mayoría relacionados con nuestra identidad y sus límites. Al unirse a “su” nos lo aclara todo: su educación debe ser pensando en el niño, y no en nosotros. Hemos de ayudarle a construirse como persona y no a ser una copia de nosotros. Nada de ollas, fuegos personales.

4. “Camino”. En la Biblia esta palabra está relacionada con la conducta, que es la expresión de nuestra manera de vivir la religión. Una religión de fe natural genera de forma también natural hábitos personales y proyectos de vida. Está por el otro y por el viaje. La religión no es una mochila sino el trayecto, lleva a Dios.

Lo dicho, consejos que debemos considerar.

Víctor M. Armenteros es doctor en Filología Semítica por la Universidad de Granada y doctor en Teología (Antiguo Testamento) por la Universidad Adventista del Plata (Argentina). Durante más de una década ha sido profesor de Sagrada Escritura y Lenguas Bíblicas en el Seminario Adventista de España. Actualmente comparte la docencia con la gestión, al ejercer como director de los estudios de posgrado de la Universidad Adventista del Plata y de la sede austral (Argentina, Paraguay y Uruguay) del Seminario Adventista Latinoamericano. Es miembro de la Asociación Española de Estudios Hebreos y Judíos. Ha colaborado como traductor en la Biblia Traducción Interconfesional y forma parte del equipo editorial de la revista DavarLogos. Es, a su vez, autor de diversos artículos sobre escritos bíblicos y literatura rabínica.